El martes fue el cumpleaños de Iker, y cumplió 5 añazos que han pasado muy rápidamente. Seguro que todos pensáis lo mismo pero yo ya tengo que recurrir a los álbumes de fotos para recordar como era Iker de bebé.
Hicimos un bizcocho para el colegio y mi hijo me ayudó un montón. Le encanta estar conmigo cocinando y a mí me gusta tenerle como pinche, todo concentrado y con mucho cuidado con lo que le pido, es un momento en el que no existe ni su hermana, ni su padre, ni nadie, sólo él y yo.
Bueno, voy a lo que voy que me enrollo. Este bizcocho lo hice siguiendo una plantilla que encontré en internet y con la que pueden hacerse todos los números.
Como veis para el número 5 hay que hacer un bizcocho redondo y otro cuadrado, aunque yo hice 2 redondos porque sólo tengo ese molde, así que luego cogí del centro los 2 rectángulos que faltan. El bizcocho es el que se ha hecho toda la vida en mi casa, el de yogur de limón y que está buenísimo y gusta a todo el mundo porque queda suave y esponjoso:
La medida es la medida del yogur, que no lo he puesto y luego batimos todo enérgicamente y a un molde engrasado o si es de silicona a mi no me hizo falta. Horno a 200º durante 35 minutos (meterlo cuando el horno ya esté caliente) y para saber si está hecho por dentro, metemos un cuchillo y si sale limpio es que ya está listo.
Lo montamos y lo cubrimos de chocolate, en mi caso con una envoltura de chocolate que venden en el supermercado y luego añadimos las bolitas, aunque admite todo tipo de decoraciones.
Os animo a que cocinéis con vuestros hijos porque vais a pasar un rato estupendo y ellos se sienten muy orgullosos cuando comprueban que han colaborado en el resultado final.