21 octubre 2012

Yoga en el embarazo

En este post quiero contaros una experiencia personal, por si os puede ayudar y si sois de Vitoria os recomiendo que lo probéis porque os va a resultar muy muy útil. Cuando me quedé embarazada de Iker, mi participación en el parto fue poca y ya no digamos la de mi marido, que después de 18 horas había momentos en que el pobre, de puro aburrimiento, se quedaba dormido. Esta experiencia no fue agradable, porque si el niño es de los dos ¿por qué ellos apenas participan en algo tan maravilloso como es traer un bebé a este mundo?.

No participó porque no sabía cómo actuar. Los cursos de la Seguridad Social estaban tan saturados que estábamos 20 futuras mamás en una sala haciendo ejercicios de preparación al parto y no cabía una aguja, por lo que la matrona nos dijo que los papás no podían venir.

En el momento de dar a luz, necesitas mucho apoyo, mucho cariño y si te lo pueden hacer más llevadero pues lo agradeces mucho. Ahora lo sé, después de haber tenido a Olivia.

Cuando me volví a quedar embarazada, tenía claro que no quería lo mismo para el parto, quería participar, quería que mi marido también participase, quería tener el control de lo que quería, de lo que pasaba y poder decidir, en la medida de lo posible, cómo se iba a desarrollar todo.

En mi camino se cruzó Arantxa. Una profesora de yoga que lleva mucho tiempo impartiendo clases para embarazadas y tuve la suerte de acudir a ellas desde los 4 meses. A mí me ayudó una barbaridad, disfruté mucho más de mi embarazo, me sentía más ágil, más unida a mi bebé, más ilusionada y con menos miedos ante el momento de entrar en un paritorio.


No sólo son clases de yoga (suaves, no os asustéis) si no también el contacto con otras futuras mamás, los conocimientos de Arantxa, que son muchos, los momentos de relajación en que estás totalmente en unión con el bebé, sino que también imparte cursos para los futuros papás, enseñando técnicas de relajación, de masaje para mitigar el dolor, y de cómo vivir esa experiencia entre los 3, juntos, como debería de ser.

Nos os voy a contar mi parto, porque me enrollaría demasiado, sólo deciros que no tuvo nada que ver con el primero, desde que entré sabía qué iba a pasar, sabía cómo tenía que actuar cuando me venían las contracciones para que no me doliese tanto, sabía hacer ejercicios con la pelota para favorecer la salida del bebé, mi marido me ayudó un montón, con masajes, relajándome, en definitiva participando activamente de ese momento único.



Os aconsejo que busquéis algún centro donde se impartan este tipo de clases en vuestra localidad, si sois de Vitoria, no dudéis en probar con Arantxa, que da clases en "En Cuerpo y Alma" porque estoy segura que os va a encantar y vais a disfrutar mucho más de vuestro embarazo, con más información, más recursos y sin tantos miedos y dudas.

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