A mis treinta y tantos todavía sigo poniéndome en verano este tipo de pulseras y como soy muy supersticiosa tengo que llevarla hasta que se deshilacha. No sé si verdad o mentira, para ser sincera no me lo planteo, cuando veo los quioscos artesanales de la playa allá que voy, compro la pulsera y hasta que la pobre no se cae a cachos no me la quito.
Debe ser por el día tan bueno de hoy o por este solecito tan poco frecuente en tierras vitorianas o que tengo muchas ganas de verano, anyway, me he puesto a mirar estos tutoriales. He encontrado varias y todas sencillísimas. Podemos hacerlas con los niños y que se las regalen a sus amigos, seguro que les hará mucha ilusión.
El primer modelo se hace con nudos y con hilo grueso, no sé muy bien como se llama, pero es el que yo usaba cuando me dio por el punto de cruz (sí, he tocado todos los palos, sólo me falta el encaje de bolillos...).
El siguiente modelo es una versión casera de las pulseras que están haciendo furor ahora en las niñas, la rueda kumihimo, pero mucho más sencilla y con un resultado espectacular.
Una trenza hecha con varios hilos de colores, le añadimos algunas cuentas y queda genial y para todas las edades.
Y este modelo es igual que hacer trenzas de espiga. Usamos hilos de colores y el resultado muy vistoso.
Os gustan? conocéis más modelos?
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